domingo, 27 de junio de 2010

Los atributos del gato

63.- Cuenta la leyenda que, en el momento de la Creación, todos los animales puestos en fila, y cada uno a su turno, le pedían a Dios el atributo que más querían.
El pavo real deseaba belleza, y le dieron belleza.
La gacela pidió rapidez; le dieron rapidez
El león quiso coraje y le dieron coraje
El caballo quería gracia y gracia le dieron
... y así cada uno hizo su pedido.

El gato, que era el último de la fila, escuchó bien todos los pedidos, y cuando llegó su turno pidió un poco de cada uno de esos atributos, sin dejar de lado ninguno.

Esta es la causa por la que el gato se convirtió en uno de los animales más perfectos

El origen legendario del Gato

62.- Una leyenda cuenta que Noé, en el Arca, observó que los ratones se habían reproducido a un ritmo vertiginoso, poniendo con ello en peligro la duración de las provisiones.
Invocó pues la ayuda del Señor, quien le indicó que debía acariciar tres veces la cabeza del león.

El león estornudó, y de sus fosas nasales surgió una pareja de gatos que de inmediato se pusieron manos a la obra, restableciendo de inmediato el equilibrio en la embarcación.

El Milagro del Gallo y la Gallina

61.- Cuenta la leyenda que entre los muchos peregrinos compostelanos que hacen alto en esta ciudad para venerar las reliquias de Santo Domingo de la Calzada, llegó aquí un matrimonio alemán con su hijo de dieciocho años llamado Hugonell, procedente de Ad Sanctos (Xanten en la diócesis de Münster, pero hasta 1821 del Arzobispado de Colonia).
La chica del mesón donde se hospedaron se enamoró del joven Hugonell, pero ante la indiferencia del muchacho, decidió vengarse. Metió una copa de plata en el equipaje del joven y cuando los peregrinos siguieron su camino, la muchacha denuncio el robo al Corregidor.
Las leyes de entonces (Fuero de Alfonso X el Sabio) castigaban con pena de muerte el delito de hurto y una vez fue prendido y juzgado, el inocente peregrino fue ahorcado.
Al salir sus padres camino de Santiago de Compostela, fueron a ver a su hijo ahorcado y, cuando llegaron al lugar donde se encontraba, escucharon la voz del hijo que les anunciaba que Santo Domingo de la Calzada le había conservado la vida. Fueron inmediatamente a casa del Corregidor de la Ciudad y le contaron el prodigio.
Incrédulo el Corregidor contestó que su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina que él se disponía a comer.
En ese preciso instante el gallo y la gallina saltando del plato se pusieron a cantar.
Y desde entonces se dicen los famosos versos:
“SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, DONDE CANTO LA GALLINA DESPUÉS DE ASADA”
En recuerdo de este suceso se mantienen en la Catedral un gallo y una gallina vivos durante todo el año. Siempre son de color blanco y proceden de donaciones de devotos del Santo, cambiándose las parejas cada mes. El resto del tiempo permanecen en un gallinero que la Cofradía de Santo Domingo mantiene en su domicilio social.
Frente a esta hornacina que se construyó hacia 1445 y debajo de una ventana románica se conserva un trozo de la madera de la horca del peregrino.
En el Archivo de la Catedral se conserva un documento de 1350 con indulgencias que 180 Obispos conceden "a la Catedral de La Calzada, donde hay un gallo y una gallina blancos, a quienes devotamente giren en torno al sepulcro del Santo, recitando el Padrenuestro, Avemaría y Gloria".

LEYENDA DEL PERRO Y KAKASBAL

60.- Un hombre era tan pobre que siempre estaba de mal humor y así no perdía la ocasión de maltratar a un infeliz perro que tenía. Kakasbal [espíritu del mal], que está en todo, vio que podía sacar partido de la inquina que seguramente el perro sentía contra su amo y así se le apareció y le dijo:
—Ven acá y dime qué te pasa, pues te veo triste.
—Cómo no he de estarlo si mi amo me pega cada vez que quiere— respondió el perro.
—Yo sé que es de malos sentimientos. ¿Por qué no lo abandonas?
—Es mi amo y debo serle fiel.
—Yo podría ayudarte a escapar.
—Por nada le dejaré.
—Nunca agradecerá tu fidelidad.
—No importa, le seré fiel.
Pero tanto insistió Kakasbal que el perro, por quitárselo de encima, le dijo:
—Creo que me has convencido; dime, ¿qué debo hacer?
—Entrégame tu alma.
—¿Y qué me darás a cambio?
—Lo que quieras.
—Dame un hueso por cada pelo de mi cuerpo.
—Acepto.
—Cuenta, pues...
Y Kakasbal se puso a contar los pelos del perro; pero cuando sus dedos llegaban a la cola, éste se acordó de la fidelidad que debía a su amo y pegó un salto y la cuenta se perdió.
—¿Por qué te mueves?— le preguntó Kakasbal.
—No puedo con las pulgas que me comen día y noche. Vuelve a empezar.
Cien veces Kakasbal empezó la cuenta y cien veces tuvo que interrumpirla porque el perro saltaba. Al fin Kakasbal dijo:
—No cuento más. Me has engañado; pero me has dado una lección. Ahora sé que es más fácil comprar el alma de un hombre que el alma de un perro.

Bolivar y su perro "Nevado"

59.- En Mucuchíes, pequeño pueblo del Estado Mérida (Venezuela), fundado en 1596, recibió al Libertador Simón Bolívar en el año 1813, durante la Campaña Admirable.

En Julio de 1813, el señor Vicente Pino le regaló al Libertador un hermoso perro cuya raza desciende del mastín de los pirineos, traídos al país para que cuidaran los grandes rebaños de ovejas que se traían de España. Perros de gran tamaño, fuertes, inteligentes y hábiles. Con los cruces y el tiempo llegaron a conformar la raza llamada Mucuchíes.
Dice la historia, que era negro como el azabache, las orejas, el lomo y la cola blancos, lo que hacía recordar la cresta nevada de los páramos andinos, razón por la cual le pusieron por nombre "Nevado". Vicente Pino asignó al servicio del Libertador, a un indio llamado Tinjacá, que había sido criado por él, amaba a los perros, y además conocía muy bien a Nevado.

Quiso Bolívar que alguien cuidara del perro, y quien mejor que Tinjacá de quien aprendió los silbidos para llamar a Nevado. Los oficiales del Estado Mayor bautizaron a Tinjacá como el "Edecán del Perro", quedando así sellada la unión del Libertador, el indio y el perro.
Cuentan que Nevado correteaba alegre al lado del alto caballo de guerra del Libertador, y que le acompañó por las ciudades y campos de batalla. En plena batalla, Nevado ladraba muy alto, como dando ánimo a su dueño. Y cuando Bolívar entró triunfante a Caracas, recibiendo el aplauso y la admiración de toda la ciudad, muchas de las flores que le lanzaban al Libertador, le caían a Nevado, y dicen que Bolívar aseguraba que el perro también merecía el homenaje de esas flores.

Así, vivió Nevado junto a su dueño muchas batallas, campamentos, triunfos y derrotas, siempre acompañados por Tinjacá. Pero fue en la batalla de Carabobo el 24 de Julio de 1821, cuando llegó la separación definitiva.

Después de la gloriosa batalla, que dio la libertad definitiva a su patria: Venezuela, se acercaron al Libertador dos de sus soldados con malas noticias: Tinjacá estaba mal herido y también Nevado. Bolívar lanzó su caballo al galope hasta donde estaban sus dos compañeros. Al llegar, Tinjacá con lágrimas en los ojos sólo pudo decirle:"¡ Ah mi General, nos han matado al perro ... !"

Bolívar viendo a Nevado, ya muerto y ensangrentado, no pudo decir nada. Cuenta Tulio Febres Cordero, el historiador de Mérida, que en los ojos del Libertador, brilló una gran lágrima de dolor.

Por eso en la plaza Bolívar de Mucuchíes, como homenaje a esta gran amistad, se encuentra la escultura del indio Tinjacá y el Perro Nevado, junto a Bolívar. Y desde allí permanecen imperturbables, como un mudo testigo de la Campaña Admirable y de la amistad del militar, un indio fiel y un noble perro.

Leyenda de las gatas Carey

58.- Tengo el privilegio de disfrutar de la compañía de dos gatitas carey.

Una de las peculiaridades de su pelaje es que el diseño de las manchas es único e irrepetible. De hecho, si se clona una de estas gatas, saldrá una gata carey, pero con las manchas distribuidas en forma distinta.
El pelaje de color carey puede ser bicolor. Sin embargo, las verdaderamente representativas del color carey son gatas tricolor. Incluso pueden conseguirse variedades hasta de cuatro colores, cuando se les suma el blanco.
Se dice que los gatos carey, de la raza que sean, son muy difíciles de reproducir, porque la genética del cruce siempre da como resultado una hembra. Ello es debido a que el color crema rojizo, que es la base, está ligado al cromosoma X. Y en los casos en que salen machos, suelen ser estériles.

En Facebook, leí que había una hermosa leyenda que explicaba el origen de las gatas carey. La consulté en Internet. Es la siguiente:

Cuenta la leyenda que, hace varios siglos, el Sol le suplicó a la Luna que le tapara un rato y así poder bajar a la Tierra y ser libre por un momento. El Sol quería dejar de ser el centro del Universo y sentirse liberado de tanta presión. La Luna, ante tanta súplica accedió, y un día de junio la Luna se acercó al Sol, y lo fue cubriendo poco a poco para que a los mortales de la época no les sorprendiera de golpe la oscuridad.

El Sol, que desde lo alto hacía millones de años que observaba la faz de la Tierra no lo dudó. Para sentirse libre y pasar desapercibido se hizo corpóreo en el ser más perfecto, rápido y discreto que había; UNA GATA NEGRA.
Pero la perezosa Luna en seguida se sintió cansada, y sin avisar a su amigo Sol, se fue apartando. Cuando Sol se dio cuenta ya era demasiado tarde, salió corriendo hacia el Cielo, y tan rápido huyó, que se olvidó cientos de rayos de Sol que se quedaron dentro de la Gata Negra.

Desde entonces, todos los gatos que nacieron de la Gata Negra eran lo que nosotros llamamos GATAS CAREY: manto oscuro roto por cientos de rayos rojos, amarillos y naranjas. Y además de su origen solar, se les atribuye propiedades mágicas, ya que atraen la buena suerte y las energías positivas.

Así que mi chuspurina y mi Kusi, son gatas solares, miles de rayos se distinguen en su manto, para evidenciar su doble naturaleza; gatuna y divina