lunes, 14 de noviembre de 2011

El loro Ravachol

94.- En Pontevedra todos los años por carnaval se celebra el entierro del loro Ravachol. Un loro que existió realmente. Su historia está ligada a la de su dueño, Perfecto Feijoo Poncet.

Este hombre afable y de fácil conversación, nació en Pontevedra, el 25 de agosto de 1858, y falleció en la misma ciudad el 10 de junio de 1935. Después de alcanzar la licenciatura en Farmacia en la Universidad de Santiago y de una estancia de varios años en Madrid, regresa en 1880 a su ciudad natal, en donde compra la botica situada en la plaza de la Peregrina, en la confluencia con la calle de la Oliva.

Parece ser que en 1891 llegó a sus manos un loro. No era el unico loro de la ciudad, pero sí llegó a ser el más famoso.

Recién llegado el loro a la botica permaneció casi mudo, pero pronto exteriorizó su carácter de alborotador y de irreverente que llevaba dentro. De ahí que el boticario le bautizase con el nombre de "Ravachol", como el revolucionario francés conocido por el apodo de François Ravachol, (detenido y ejecutado en la guillotina en 1892)
Ravachol pronto se hizo popular y querido entre los clientes de la farmacia, por sus gritos, sus bromas, sus silbidos y sus frases irreverentes, tales como "se collo a vara..." (si cojo la vara...) o "Vaite de aí, lambón" ( vete de ahí, aprovechado), o "Don Perfeuto, xente na tenda" (Don Perfecto, gente en la tienda), "aquí non se fia" (aquí no se fía)... e incluso a gente ilustre, también les faltaba al respeto

La prensa pontevedresa del 27 de enero de 1913 se hace eco del fallecimiento el día anterior del loro Ravachol, que vivió en la farmacia 22 años. Cuya causa fue una enfermedad desconocida, quiza un empacho o envenamiento.
Su cadáver fue embalsamado. Perfecto Feijoo recibe innumerables muestras de cariño tanto en persona como a través de cartas y telegramas, llegadas desde distintas localidades de Galicia y del resto de España
Ese domingo de Carnaval, se le organiza un entierro, con música, cabalgata y demás actos protocolarios.

Concluida la velada, el cuerpo del difunto Ravachol es trasladado en coche hasta la finca O Padronelo que Perfecto Feijoo poseía en Mourente para proceder a su entierro. Allí sería recordado en años sucesivos por sus deudos y amigos
Tal fue la vida conocida, desde su llegada a Pontevedra, del loro Ravachol, que en 1985 es incorporado al Carnaval pontevedrés como uno de sus símbolos, con cuyo velatorio y entierro se pone fin a una semana de fiesta.


En Pontevedra, en las calles de la Oliva y la Peregrina, existe un monumento al loro Ravachol. Cada año se le entierra, disfrazado de algo diferente cada vez, haciendo referencia a alguna noticia, algún acontecimiento... siempre nos sorprende.