viernes, 11 de diciembre de 2009

51º- San Roque es el santo que se representa con un perro a su lado, y a veces con un panecillo en su hocico. Pero ¿Por qué?
Pues bien. Según una de las muchas versiones existentes, San Roque habría nacido por el año 1.300 en la ciudad francesa de Montpellier. Quedó huérfano muy pronto y vendió toda la herencia familiar para entregar los beneficios a los pobres, enseñar la fe cristiana y servir a todas aquellas personas infectadas por la peste, logrando curaciones admirables e inexplicables.

Cuentan que cuando se contagió nuestro santo, se trasladó al bosque para no infectar a los vecinos de Piacenza, recibía cada día la visita de un perro que le llevaba pan. El animalito lo tomaba cada día de la mesa de su amo, un hombre bien acomodado llamado Gottardo Pallastrelli, el cuál, después de ver la escena repetidamente, decidió un día seguir a su mascota. De esta forma, se adentró en el bosque donde encontró al pobre moribundo. Ante la sorpresa, se lo llevó a casa, lo alimentó y le hizo las curaciones oportunas. El mismo Gottardo, después de comprobar la sencillez de aquél hombre y de haber escuchado las palabras del evangelio que le enseñó, decidió peregrinar como él. La curación definitiva según versiones populares afirman que fue el mismo perro quien le curó, después de lamerle la herida de su pierna varias veces. También cabe añadir, que para algunos historiadores, sería el mismo Gottardo.

Una vez curado, San Roque decidió volver definitivamente a Montpellier, pero unos soldados lo acusaron de espía y lo arrestaron. Permaneció en la cárcel unos 5 años, hasta que se murió, tras haber consolado a los demás prisioneros y haber salvado sus almas.

Es dudosa la ubicación de su tumba.

Hay que decir que San Roque había pertenecido a la Tercera Orden de los franciscanos, una rama de esta congregación reservada a las personas laicas que quieren vivir bajo la espiritualidad de San Francisco de Asís. Así lo reconoció el Papa Pío IV en 1547.
50º- Richard Nixon (1913–1994) fue el trigésimo séptimo Presidente de los Estados Unidos.

Su perro Checkers, un cocker spaniel, logró notoriedad en 1952 cuando su amo todavía era senador por el estado de California y candidato a Vicepresidente.



Nixon se presentó un día en televisión afirmando que Checkers había sido el único regalo que había recibido gracias a su cargo político, y que no estaba dispuesto a devolverlo, aún si ello significara un delito.

Al poco tiempo fue electo vicepresidente de Estados Unidos.

Checkers se encuentra sepultado en el cementerio de mascotas Bide-a-Wee de Long Island, California.