lunes, 17 de noviembre de 2014

El burro y el pozo

147.- Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer. Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente.
Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra. El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio… con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble:
Se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando…
La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra... el truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos...Usa la tierra que te echan para salir adelante

La gata de Karl Lagerfeld

146.- Acabo de leer una noticia sobre un felino famoso: que Choupette, el gatito de Karl Lagerfeld, tiene libro. Y copio del blog de El país:
Karl Lagerfeld siempre ha pasado por ser un tipo excéntrico. Con la singular estética de Amadeus neogótico que le da el ir constantemente vestido de negro y con el pelo blanco recogido en una peluca, el director creativo de Chanel el tipo de persona que, por ejemplo, necesita tener en todo momento una Coca-Cola o una Pepsi en un vaso de cristal de Baccarat a mano, y ay de a quien se le olvide renovársela cada media hora. Es un tipo de excentrecidad que se asume y, por tanto, no suele llegar a los titulares.
Hasta que llegó Choupette. En una entrevista con la web especializada WWD, Lagerfeld se ha explayado sobre la inquietante obsesión que tiene hacia su gata siamesa, una flamante felina que come en la mesa con él todos los días, a la que ha regalado un iPad y que es el objeto de los cuidados de dos asistentas (una para la noche, otra para el día) que la vigilan cuando él no está en casa. Estas dos improvisadas veterinarias tienen también la obligación de apuntar todo lo que hace en un diario que, en los últimos nueve meses, ha alcanzado las 600 páginas.
"Está mantenida como una mujer", asevera Lagerfeld. "Tiene una personalidad muy fuerte. Come y cena su propia comida en la mesa conmigo, todos los días, porque no quiere comer en el suelo. Duerme en un cojín y hasta sabe usar un iPad. Creo que sería divertido hacer un libro con su diario". Internet, claro, se ha derretido en amor a la gatita bañada en decadente opulencia.
Cuesta saber hasta qué punto el éxito de Mme. Choupette Lagerfeld se debe a la extraña obsesión de Internet con los gatos; cuánto a que es el primer atisbo del corazón de su dueño, que no hace mucho había dicho que no quería tener hijos ("sería muy duro tener una hija fea") y cuánto es por méritos propios. Pero este está siendo su día. Lleva unas 24 horas convertida en un fenómeno viral, de forma más efectiva que cuando, el 10 de mayo, Lagerfeld tuiteó una foto de l'iPet precisamente con el iPad.
Los orígenes de Choupette son lóbregos. Pertenecía al modelo -y musa de Lagerfeld- Baptiste Giabiconi, que la dejó al cuidado del diseñador mientras se iba dos semanas de viaje. A la vuelta, Largerfeld se negó a devolvérsela. "Era demasiado mona"