viernes, 11 de noviembre de 2011

SAN GUINEFORT, patron de los galgos

90.- Copiado de facebook, tal cual: "Vamos a ponerle una velita a SAN GUINEFORT, patron de los galgos, para que pare la tortura y abandono de estos preciosos perros. La leyenda nace en Francia en algún momento del siglo XIII. Un caballero sale de caza dejando a su hijo pequeño dormido en la cuna junto a su fiel galgo Guinefort. Cuando el caballero regresa y entra en la habitación el espectáculo que contempla lo deja paralizado. La cuna está caída por el suelo, hay restos de sangre entre las sabanas y al niño no lo ve por ningún lado. Cuando Guinefort acude a recibirlo como hacía siempre, con sus alegres movimientos de rabo, el caballero vuelve a quedarse espantado… El perro tiene sus fauces manchadas de sangre.
Rápidamente el hombre llega a la peor de las conclusiones; Guniefort se ha comido a su hijo. Ciego de furia la emprende a golpes con el perro hasta que lo mata. Cuando la calma vuelve al corazón del caballero, con el perro ya destrozado a sus pies, comienza a escuchar el suave llanto de un bebe. Se dirige hacia el lugar de donde proviene el ruido y cuando aparta la cuna descubre entonces a su pequeño retoño que gimotea en el suelo. Tiene una víbora sobre su pecho y está manchado de sangre, pero la sangre es de la serpiente que se encuentra medio destrozada y el niño está completamente ileso y a salvo. Es entonces cuando el caballero se da cuenta de su terrible error. La sangre en la cuna, en el niño y en los dientes de Guinefort pertenecía a la serpiente y el perro lo único que había hecho era salvar la vida de su hijo. Arrepentido el caballero, entierra al pobre perro colocando unas pequeñas piedras sobre su tumba y plantando algunos árboles a su alrededor. La historia del heroico perro, y además mártir, no tarda en extenderse entre la gente que comienza a acudir a su tumba y que termina por convertirse en un pequeño santuario. Pronto también, comenzaron a circular rumores de algunas milagrosas curaciones gracias a la intercesión del perro, por lo que Guniefort empieza a ser considerado un buen santo a quien rezar y especialmente indicado para la protección de los niños.El santuario de san Guinefort se hizo cada vez más popular y las peregrinaciones a su tumba se convirtieron en algo habitual entre la población de los alrededores. Fue entonces cuando llamó la atención de la Iglesia quién inicia una investigación sobre el perro santo. A pesar de que en esas investigaciones se llegó a aceptar algún acto milagroso de Guinefort, la iglesia nunca reconoció oficialmente su culto. Es más, con la llegada de la Inquisición, los restos de Guinefort fueron exhumados, quemados y su culto considerado herejía, es decir, que te arriesgabas a quedar convertido en un torrezno. Aún así, el culto a San Guinefort perduró durante algunos añitos más, exactamente y según Wikipedia ¡Hasta 1930!"