miércoles, 22 de octubre de 2014

Excálibur y el ébola,

145.-Teresa Romero fue la primera contagiada de ébola en España y en Europa. Esta técnico sanitaria lucense de  44 años se contagió de la enfermedad tras atender al religioso Manuel García Viejo, de 69 años y sacerdote de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios.

Ella es ingresada en el hospital Carlos III y su marido Javier Limón es puesto en observación también allí, mientras pide a España entera que impidan el sacrifico de su perro Excálibur por el riesgo de que pudiera haber resultado contagiado.  Una ola de solidaridad con el animal se propaga a través de las redes sociales, pero de nada valió. El perro fue vilmente sacrificado con un dardo envenenado sin ningún estudio que avalase tal actuación, e incinerado posteriormente.
Pero en EUA una enfermera, Nina Pham, resultó también contagiada tras cuidar a un enfermo de ébola. Desde que ella  fue internada las autoridades se hicieron cargo de ‘Bentley’, su perrito,  lo aislaron en unas instalaciones para el cuidado de animales  y están analizando su orina y excrementos en busca de restros de ébola. El alcalde de Dallas, Mike Rawlings, explicó entonces que los protocolos establecidos preveían no sacrificar al perro mientras no mostrara síntomas de ébola. “El perro es muy importante para la paciente y queremos que esté a salvo”, manifestó.
Pero ¿quién es Excálibur? José Ramón Romero, hermano de Teresa, llegó a contar que su historia se inició el año 2002, cuando éste visitó a uno de sus amigos zamoranos, natural de Villaseco. Allí vio al cachorro -mezcla de american stanford y pitbull- "Joder, ¡qué guapo!", reaccionó al verlo. El dueño lo vio tan ilusionado que se lo entregó sin dudarlo: "Llevátelo, nosotros no nos lo podemos quedar". Por entonces, el can ya respondía al nombre de Excálibur. Le contaron que lo había encontrado perdido  en la ribera del Duero, abandonado, un poco destartalado pero sano y que se recuperó muy rápido.  José Ramón lo apodaría simplemente "Bur". "Los veterinarios siempre dicen que si el nombre es largo, los perros solo se quedan con las últimas sílabas", justifica.
Así fue como el nuevo propietario colocó el chip reglamentario a "Bur" en la Semana Santa de 2002. La mascota se convertiría en un amigo inseparable. No solo de José Ramón, sino también de su grupo punk madrileño Lágrimas y Rabia, un fijo en sus giras. "Nos íbamos a Cataluña o al País Vasco y él siempre venía con nosotros", relata el gallego.
Cómo Excalibur se convirtió en mascota de Teresa Romero y su marido Javier Limón "es una historia muy larga". José Ramón reconoce que "llegó un momento en que no me podía ya hacer cargo del perro". Teresa y Javier "se habían enamorado" del can y decidieron quedárselo. Corría el año 2007.
A toda la familia le dolió muchísimo  que las autoridades sanitarias sacrificaran a Excalibur "No sé qué decir, solo que me lo han matado por la cara", "tenía que haber sido puesto en cuarentena". Merecía una oportunidad, piensa la familia Romero. La investigadora zamorana María Jara reflejaba la perspectiva científica: "El estudio de Excalibur habría sido útil a la sociedad.
He aquí un triste caso claro de maltrato animal  por las autoridades sanitarias (para mí y para mucha gente)