lunes, 8 de febrero de 2010

Hachiko

56º- Hachiko nació en Noviembre de 1923 al norte de Japón. Era un perro de raza Akita, macho y de color blanco. A los 2 meses un profesor de Tokio lo llevó a su hogar, cerca de la estación Shibuya. Su nuevo amo lo colmaba de cariño y el perro le correspondía.

Como Hachiko no podía acompañar a su amo hasta la universidad, lo acompañaba hasta la estación Shibuya. El perro observaba como su dueño compraba el billete y luego se subía al tren. Hachiko se sentaba en la plaza y esperaba allí a su dueño hasta la tarde. Y así diariamente. Todo el mundo les conocía en la estación y mucho se hablaba de este ejemplo de fidelidad.

Pero la tarde del 21 de mayo de 1925 el profesor sufrió una ataque cardíaco en la universidad y falleció sin poder regresar a casa. Mientras, en la estación Hachiko le seguía esperando.

Muchas personas trataron de convencer al perro de que volviera a su hogar, pero cada mañana Hachiko regresaba a la estación para encontrar a su amo. Aguardó así día tras día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año… buscando a su amigo, sin importar ni la lluvia, ni el sol, el viento o la nieve… su lealtad no desfallecía.

Hachiko se transformó en un héroe por su lealtad.

En el mes de abril de 1934 los habitantes de Shibuya contrataron a un famoso escultor japonés, para que realizara una estatua en honor a Hachiko. La estatua de bronce fue colocada enfrente de la estación, donde solía esperar Hachiko.

Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 el animal falleció al pie de su propia estatua debido a su edad. Hachiko acudió todos los dias, durante los diez años que sobrevivió a su dueño, a esperarlo en la estacion...

Durante la guerra todas las estatuas fueron fundidas para la elaboración de armamento, incluida la de Hachiko y lamentablemente el escultor fue asesinado. Pero los pobladores de Shibuya continuaban recordando a Hachiko. Así fue como decidieron volver a construir una nueva estatua de Hachiko. Para ello contrataron al hijo de aquel escultor, quién también era un excelente artista. La nueva escultura se inauguro en 1947.

Hoy en día, la estatua de Hachiko permanece en el medio de la plaza enfrente de la estación Shibuya, donde todos conocen su historia..

Sus restos descansan junto a los de su amo en un Cementerio de Tokio.