martes, 1 de junio de 2010

El Museo de Hermitage en San Petersburgo

57.- Es curioso lo que ocurre en el museo de Hermitage en San Petersburgo, una de las mayores pinacotecas y museos de antigüedades del mundo, formado por seis edificios situados a la orilla del río Neva.



Todos saben que hay muchas obras de arte: como sabéis atesora más de dos millones y medio de objetos culturales y artísticos de los pueblos de Europa y Oriente desde los tiempos más remotos hasta la actualidad, pero pocos saben que medio centenar de gatos patrullan la galeria para proteger las obras de arte. Es por ellos que una vez al año (a finales de marzo) el Museo rinde un merecido homenaje a estos habitantes del sotano del museo.

¿Cómo lo hace? pues dedicando la jornada a la búsqueda de los ratones que aparecen pintados o superpuestos en las obras que allí se exponen.

Sin duda estos felino se han convertido en parte muy emblemática del museo y en una de las leyendas más significativas del Hermitage.
La historia se remonta a inicios del siglo XVIII, cuando Zar Pedro I (fundador de San Petersburgo) instaló en su residencia imperial el Palacio de Invierno (actual sede de la galería) un gato traído desde Holanda". Posteriormente, la emperatriz Isabel I de Rusia promulgó un decreto en el que ordenaba localizar a los mejores y más grandes gatos, capaces de cazar ratones. Más tarde, Catalina la Grande, fundadora del Hermitage, otorgó a los gatos el estatus de custodios de la galería.

La plantilla de guardianes nocturnos del Hermitage está integrada tradicionalmente por unos 50 gatos, cada uno de los cuales cuenta con su pasaporte con fotografía y datos identificativos, y son cuidados y alimentados por empleados.
En los alrededores del museo se pueden ver señales de tráfico advirtiendo la presencia de Gatos, para así, evitar su atropello.

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