sábado, 27 de abril de 2013

La mordida de un primate

116.  Alejandro I (Tatoi, 1893 - Atenas, 1920)  tercer rey de los Helenos, sufrió un triste accidente el 2 de octubre de 1920  mientras paseaba por sus dominios de Tatoi. Un mono doméstico, que pertenecía al administrador de los viñedos del palacio atacó al pastor alemán del soberano y este, al intentar separar a los dos animales, fue mordido en la pierna y en el estómago por otro primate. Los criados acudieron y cazaron a los monos. La herida del soberano fue limpiada enseguida y vendada, pero no cauterizada. El soberano no prestó ninguna atención a lo que acababa de suceder e incluso pidió que la noticia no fuera comunicada.
Sin embargo, Alejandro empezó a sufrir una fuerte fiebre a partir de aquella tarde: su herida se infectó y enfermó rápidamente de sepsis. Debido a la rápida evolución de los síntomas, los médicos pensaron en amputarle la pierna pero ninguno quería hacerse responsable. Durante varios días, el joven monarca sufrió atrozmente las crisis de dolor debido a la infección. El 19 de octubre comenzó a delirar hasta su fallecimiento el 25 de octubre.

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